- Encontrar una posición cómoda. Aquí no hay mal o bien; Lo que sea confortable para usted es lo que funcionará. Usted puede sentarse en una silla, en el suelo, o incluso tumbarse. Mientras usted no se duerma, usted está haciendo lo correcto.
- Cierre sus ojos y respire profundamente. Enfoque la respiración en su estómago en vez de en su pecho. Haga inspiraciones y espiraciones longas y lentas por su nariz.
- Comience a contar sus alientos. Nadie le oirá, usted hace esto en su cabeza. Esto es: Inhalar, y exhalar. Esa es una. Inhalar, y exhalar. Eso es dos, y así sucesivamente.
- Si usted ve que su mente se inquieta, y empieza a pensar en cosas, lo que probablemente sucederá, no se preocupe. Suavemente vuelva a atraer la atención de nuevo para su conteo.
- En algún momento, usted experimentará calma. Usted acaba de relajarse. Puede que tenga que contar hasta 100 o incluso más para lograr esto, pero esto pasará solo si usted sigue centrándose en el conteo. Esta calma es el estado de meditación que está buscando. No luche contra esto, simplemente deje que ocurra. Déjese acariciar. Disfrute.
Mientras aprende cómo meditar, hay algunos puntos que uno debe tener en mente:
Se habla que cuando nos adentramos en la Meditación, descubrimos un maestro interno que nos guiará de la mejor manera por los caminos adecuados a nuestra persona.
Escuchar audios de meditaciones guíadas puede ayudarte en un comienzo, pero lo ideal es ir acostumbrándose a hacerlo en silencio.
Los mejores horarios son al amanecer y en el crepúsculo de la tarde, pues se sabe por experiencia, que en estos horarios uno se siente más relajado.
Si bien hacerlo a la mañana como primera actividad, existirán más posibilidades de encarar el resto del día de mejor manera, con más energía, y con más ganas de volver a practicar en el resto del día.
Creo que la preparación para la meditación es parte de ella y aquí radica el éxito de nuestras prácticas, pues en ella encontraremos la relajacion apropiada para comenzar.
Aseo, ropa cómoda, lugar ordenado y limpio, respirar aire puro, estiramiento y una mentalidad de certeza de que vamos a disfrutar, de esta forma transformamos el momento en un ritual y nos sentimos agradecidos por el regalo que nos estamos haciendo.
Simplemente, siéntate cómodo, e intente mantener la espalda recta y evita posturas que podrían hacerte dormir. Con la práctica conocerás las posturas recomendadas para adoptar la que mejor le resulte.
Utiliza una alarma o temporizador para no distraerse pensando en el tiempo, y comiencoza con pocos minutos, ya los irás aumentando por voluntad propia, 1 o 2 minutos para empezar está bien.
Recuerda que lo importante es la constancia, es preferible meditar un minuto con alegría todos los días que meditar 20 minutos una semana y abandonar.
Si un día no puedes prepararte, encuentra un minuto en cualquier momento del día y dedícaselo a la meditación, y no piense en si lo hace bien o mal, el dedicarse ya está bien, le va a enseñar, y va a progresar.
Una vez en postura, no piensa en los resultados ni en expectativas. Manténte relajado y no peleés con la mente ni quieras controlarla.
Comienza a enfocar tu atención en algo, puede ser su respiración o visualizar un punto en su mente y mantenerse en él hasta verlo agrandarse y con más claridad, cuando tse asalten pensamientos puedes pensar que esta en el fondo del mar y que se desprende de ellos en las burbujas que desaparecen en la superficie.
Cuando el tiempo acabe, no piensa en si lo hiciste bien o mal, agradece de que hayas dedicado un tiempo a la Meditación y de que está progresando. Tu día continuará en más paz.
Meditar se aprende meditando.
